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Mujer, más allá de curvas y maquillaje.

                                                                                         “Ay del mundo, sin lo izquierdo citado femenino”

El por qué homenajeamos este día, tiene sus orígenes en el movimiento internacional de mujeres socialistas de finales del siglo XIX, y la razón tenía como finalidad exclusiva promover la lucha por el derecho al voto de la mujer, sin ningún tipo de restricción basada en el nivel de riqueza, propiedades o educación. Sobre el 8 de marzo existen diversas versiones, la más conocida es la de un incendio ocurrido en una fábrica textil de Nueva York en 1857, donde murieron quemadas las obreras que participaban en la huelga. Fue en la Segunda Conferencia de Mujeres Socialistas que tuvo lugar en Copenhague, Dinamarca, el 27 de agosto de 1910 estableció el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer. No hay que pasar revista al mundo para conocer que hay tres veces más mujeres que hombres, a pesar de que haya menos tierra femenina que mares masculinos, la naturaleza es femenina, la lluvia, las nubes, la luna, las estrellas, la noche, la madrugada, la luz, la felicidad, la vida misma. Entonces podemos resumir que todo lo bello es femenino, es más, creemos que el concepto de bonito, de hermoso, de tierno y de limpio, nació pensando en la mujer. Qué sería del ser sin la hembra, de decisiones sin contraparte, de relaciones sin celos, de comidas sin sazón, de los colectivos sin perfume, de los grupos sin color. Gracias a nuestras damas las jornadas se redondean de cariño, el sacrificio toma ejemplo de los rostros que emancipan el trabajo diario, se adueñan del ambiente con su delicadeza procurada, germinan con alegría y hacen de nuestro espacio un manojo compatible de elegancia con virtud. Martí decía: “El ser humano no está completo en el hombre: es que la mujer lo completa”